El Día de los Patrimonios, que se celebra este fin de semana, es una oportunidad para que todos puedan conocer la riqueza histórica de su ciudad. Sin embargo, muchas veces se desconoce la importancia cultural de ciertos edificios, o resulta complicado visitarlos para personas con movilidad reducida o con impedimentos visuales o auditivos.
Precisamente, superar esta brecha fue uno de los objetivos del “Sistema de Activación Patrimonial Accesible de la ciudad de Santiago”, un proyecto del Gobierno de Santiago ejecutado por académicos de la Universidad Central de Chile. Este proyecto identificó 60 inmuebles y parques, muchos de los cuales se encuentran a solo cuatro o cinco cuadras de estaciones del Metro. Su puesta en valor también permite potenciar la actividad turística de la Región Metropolitana.
Para conocer la historia que albergan estos 60 hitos, la iniciativa desarrolló un sitio web gratuito stgopatrimonioaccesible.cl, que busca facilitar el acceso universal a edificios y áreas verdes de interés patrimonial. Este sitio proporciona información tanto escrita como en formato de audio y videos en lengua de señas chilena.
Según explica Miguel García, arquitecto del paisaje y director del proyecto, “el patrimonio es intrínsecamente un bien público; todos deberían tener acceso a él y poder comprender el valor e importancia de su conservación. En algunos casos, estos dos elementos están negados a la población en general y aún más a aquellos que tienen algún tipo de discapacidad”, aseguró. “Identificamos 60 puntos de Santiago, caracterizando su valor y estado patrimonial, además de sus condiciones de accesibilidad desde el Metro”, agregó el también académico de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Central de Chile.
En el sitio web se establecieron ocho rutas. Una de ellas es “Santiago entre letras”, que aborda el valor patrimonial de casas como “La Chascona”, de Pablo Neruda, y la de Gabriela Mistral, ubicada en el Barrio Huemul. Otra ruta, denominada “La ruta de los poderes”, destaca la importancia de la Antigua Escuela Militar, el Palacio de Tribunales, La Moneda, la Catedral de Santiago, el Club de la Unión y la Bolsa de Comercio.
En el sitio web se establecieron ocho rutas. Una de ellas es “Santiago entre letras”, que aborda el valor patrimonial de casas como “La Chascona” de Pablo Neruda y la de Gabriela Mistral, ubicada en el Barrio Huemul. Otra ruta, denominada “La ruta de los poderes”, destaca la importancia de la Antigua Escuela Militar, el Palacio de Tribunales, La Moneda, la Catedral de Santiago, el Club de la Unión y la Bolsa de Comercio.
La obra de este inmueble pertenece al arquitecto Emile Jéquier, quien también diseñó el Museo Nacional de Bellas Artes y la Estación Mapocho, demostrando la influencia de sus años de estudio en Francia”, consigna la página.
En 1912, debido a una fuerte crisis económica, la congregación loteó los terrenos, conservando únicamente el templo. El Club de la Unión fue el primero en adquirir un sitio para la construcción de su edificio institucional, seguido por la Bolsa de Comercio de Santiago. La permanencia de la iglesia generó que los sitios loteados se distribuyeran en calles perpendiculares, dando origen a su principal característica.
Otra ruta es la bautizada como “Parques de Santiago”, que invita a conocer la historia detrás del Parque O’Higgins, la Quinta Normal, el Parque Forestal, el Cerro Santa Lucía, el Parque Metropolitano de Santiago, entre otros.
“Por ejemplo, el Parque Balmaceda, en Providencia, fue diseñado por el arquitecto Óscar Prager, junto con Sergio Larraín y Jorge Arteaga, en 1931, incorporando árboles nativos, algo poco común para la época. Contiene algunos hitos culturales, como el Café Literario de Providencia y el Museo y las Torres de Tajamar. Integra el río Mapocho a la ciudad y su acceso es muy democrático”, cuenta Cristóbal Espinosa, arquitecto paisajista especializado en patrimonio y coordinador del mencionado proyecto.
Otra de las rutas aborda “La huella de las mujeres en la ciudad”, dentro de la cual destaca el Mercado Municipal de Providencia, desarrollado por Alicia Cañas, que actualmente está en proceso de renovación; el Palacio Cousiño, cuya gestión estuvo fuertemente influenciada por Isidora Goyenechea; y el Museo Nacional de Bellas Artes, que alberga obras de Rebeca Matte.
El proyecto también plantea sugerencias respecto a la accesibilidad. “Desde el punto de vista de las políticas públicas, es necesario conectar algunos edificios que sí tienen una buena accesibilidad en su interior, pero no con las estaciones de Metro”, explica García.
La Biblioteca Nacional es uno de estos casos, ya que cuando las personas salen de la estación Santa Lucía, el ingreso para personas con movilidad reducida está por la calle Mac-Iver, mientras que el ascensor del metro llega a Miraflores. “Nosotros proponemos que haya, por ejemplo, una vereda lisa que evite que las personas de edad se tropiecen y que esté acompañada de planchetas amarillas con puntitos en el suelo que sobresalen, llamadas sendas podotáctiles. Esto facilitaría mucho el desplazamiento a las personas con discapacidad visual”, señala García.
De esta forma, la riqueza patrimonial de Santiago estará disponible para todos quienes deseen apreciarla, y este fin de semana, sin duda, será una excelente oportunidad para comenzar a descubrir la historia que esconden los edificios y parques de la Región Metropolitana.