Luego del éxito de su estreno en el Festival Santiago a Mil 2022, la versión chilena de “La Persona deprimida”, dirigida por el destacado dramaturgo argentino Daniel Veronese en coproducción con Fundación Teatro a Mil, vuelve a los escenarios.
Es Amparo Noguera quien se pone bajo la piel del personaje principal, para interpretar un texto áspero, pero íntimo, cercano y que no deja de lado el humor.
La persona deprimida narra en tercera persona el devenir de una mujer con depresión patológica; la relación con su analista y con sus padres, que según ella son la base de sus actuales traumas, y el particular método terapéutico propuesto por su analista, llamado “el círculo de ayuda”: un grupo de personas de su confianza que puede llamar en cualquier momento. Así, el relato avanza internándose, sin límites, en detalles de una intimidad lacerante y alcanzando expresiones de profunda humanidad que exceden la descripción de la enfermedad, y dejan entrever un susurrante pedido de ayuda.
Daniel Veronese estrenó “La persona deprimida” en Buenos Aires de 2019 protagonizada por la actriz argentina Maria Onetto. Este año, la obra -en coproducción chileno argentina- fue presentada en el Festival Santiago a mil, y vuelve a tomar vida del 5 al 8 de mayo y del 12 al 15 de mayo, en la sala de Teatro en Universidad Finis Terrae. Además para este Día de la madre, hay un 35% de descuento con el código MADRE.
La obra habla de temas como la depresión endógena, los tratamientos psiquiátricos, la terapia psicológica y sus derivados: distintas aristas relacionadas con la salud mental que todavía son tabúes en una sociedad empeñada en alcanzar la felicidad a toda costa. El texto también habla de la soledad, el abandono, la crueldad y la falta de empatía social.
“La Persona deprimida es un texto inteligente y contundente. Logra una radiografía a la salud mental desde el dolor y la ironía. Y refleja muchas cosas que se ven a diario en otros o en uno mismo. Es un montaje que logra intimidad y cercanía, y que siendo un asunto duro y complejo ayudan a sobrellevarlo las cuotas de agudo humor de las que está impregnado”, señaló el crítico de El Mercurio, Mario Valle, en enero de 2022.