Este lunes el Banco Central publicó el informe de Cuentas Nacionales correspondiente al segundo trimestre del año 2024. Al respecto, la actividad económica exhibió un crecimiento anual de 1,6% en el segundo trimestre de 2024. Desde la perspectiva del gasto, el crecimiento del producto interno bruto (PIB) se sustentó en un mayor nivel de exportaciones. La demanda interna, en cambio, disminuyó 1,4%, como resultado de una menor inversión. Desde la perspectiva del origen, el PIB fue impulsado, principalmente, por las actividades de minería, generación eléctrica, comercio y transporte. En términos desestacionalizados, el PIB registró una desaceleración de 0,6% respecto al trimestre anterior, reflejo de caídas en la minería, los servicios empresariales y la industria manufacturera.
El consumo de los hogares registró una variación anual de 0,5%, liderada por el gasto en bienes durables, en particular en productos tecnológicos y automóviles. En menor medida, el consumo de servicios también contribuyó al resultado, destacando el gasto en transporte y actividades culturales y de esparcimiento, efecto compensado por un menor gasto en turismo. En tanto, los bienes no durables cayeron, registrándose un menor consumo en alimentos, bebidas y tabaco.
El consumo de gobierno aumentó 1,6% en el período, en línea con un incremento en los servicios de salud, lo que fue parcialmente compensado por menores servicios de educación.
La inversión, en tanto, retrocedió 8,7% arrastrada por sus dos componentes; la formación bruta de capital fijo (FBCF) decreció 4,1% incidida, principalmente, por una menor inversión en vehículos de transporte y en equipos eléctricos y electrónicos. Por su parte, la variación de existencias exhibió una disminución –en particular, de productos mineros–, alcanzando un ratio[1] / acumulado en doce meses de -0,6% del PIB.
El comercio exterior presentó resultados mixtos; las exportaciones de bienes y servicios crecieron 7,3% mientras que las importaciones cayeron 2,2%.
Las exportaciones fueron lideradas por los envíos bienes, en particular de productos mineros e industriales. A esto se sumó un aumento en las exportaciones de servicios. Por su parte, en las importaciones de bienes destacaron menores internaciones de productos industriales. En cambio, las importaciones de servicios aumentaron.
La desaceleración del PIB en términos desestacionalizados fue incidida, desde la perspectiva del gasto, principalmente, por la variación de existencias, efecto que fue parcialmente compensando por un aumento trimestral en las exportaciones netas.
[1] Ratio anual de la variación de existencias sobre PIB a precios del año anterior.