En la Corte de Apelaciones de Coyhaique, se revisaron las medidas cautelares del imputado por el delito de femicidio que tuvo como víctima a Carmen Montiel, durante la madrugada del 3 de julio de 2012, en Puerto Aysén.
Coyhaique.- El Tribunal de la capital regional decidió ratificar lo dictaminado en primera instancia por el Juzgado de Letras y Garantía de Puerto Aysén, es decir, la prisión preventiva mientras dura la investigación.
“En primera instancia el Tribunal de Garantía consideró que los antecedentes era suficientes para decretar esta medida cautelar y ahora la Corte de Apelaciones ratificas esta situación. En ese sentido, decir que se han realizado todas las diligencias que eran necesarias para esto, sin perjuicio que quedan todavía diligencias por realizar, para poder llevar esto al juicio que corresponde”, señaló el abogado asistente de la Fiscalía, Miguel Riquelme.
Respeto a la información y pericias que se han podido llevar a cabo durante los seis años de investigación, Riquelme, indicó.
“Se reunió durante los últimos meses algunos antecedentes que permitieron corroborar una línea investigativa que se estaba siguiendo desde hace tiempo y que en definitiva, permitió presentar estos antecedentes ante los Tribunales que puedan decretar esta medida cautelar”.
Por su parte el defensor del imputado, Roberto Silva, manifestó, “hemos presentado este recurso por estimar que no existían antecedentes para efectos de mantener una medida tan grave como la prisión preventiva. Uno de los argumentos centrales es en relación a una muestra de ADN que se ha encontrado en el lugar de los hechos, la cual se demuestra que esta mesclada con sangre de la víctima y sangre de un tercero masculino, que no es posible identificar y que por cierto no corresponde a mi defendido”.
Respecto a una declaración de un testigo de oídas en el caso, el defensor agregó, “no hay ninguna declaración de algún hermano de mi defendido que lo ubiquen en el lugar de los hechos, lo que sucede es que hay declaraciones de terceras personas, es decir, son testigos de oídas, de alguna situación que habría dicho uno de los hermanos de mi defendido. Pero la verdad es que, eso no resulta ser para nada concluyente, menos aún podemos determinar que él se encontraba en el sitio del suceso”.
Por último, Roberto Silva, fue enfático en recalcar que, “existía ADN de otra persona en el lugar de los hechos, ADN que no se sabe hasta el día de hoy de quien era. Entonces, eso nos lleva a preguntarnos, ¿qué sucede si algún día aparece la persona que es dueña de ese ADN?, ¿qué sucede con la persona que ha estado privado de libertad durante este tiempo imputándole este delito?”.