A casi dos semanas de funcionamiento, la permanencia del avión en Coyhaique ha permitido el traslado aeromédico de cinco pacientes, incluyendo una menor con virus sincicial día domingo 8 de julio, día en que ni siquiera los aviones comerciales pudieron aterrizar producto de la neblina.
Aysen.- Sin duda, la suspensión de vuelos hacia la región de Aysén producto de las complejas condiciones climáticas son habituales durante el invierno, hecho que a pesar de los avances tecnológicos, se repite cada año, obstaculizando el traslado de cientos de personas e incluso insumos de vital importancia. Tal fue lo acontecido el pasado domingo 8 de julio, donde producto de la fuerte neblina imperante en el Aeropuerto Balmaceda, los aviones comerciales no pudieron aterrizar.
Mientras decenas de pasajeros se agolpaban en los counter del aeropuerto consultando por el estado de sus respectivos vuelos, al interior del Servicio de Pediatría del Hospital Regional Coyhaique se gestionaba el traslado de una pequeña de 1 mes y 3 días de edad, quien aquejada por el Virus Respiratorio Sincicial (VRS), debía ser evacuada lo antes posible a la ciudad de Puerto Montt.
“El domingo estaba toda la zona de Coyhaique y Balmaceda con visibilidad restringida por niebla. Nosotros tampoco podríamos haber aterrizado si veníamos desde fuera de la región. Sin embargo, por el hecho de tener el avión aquí en el aeródromo tuvimos la posibilidad de esperar las condiciones que exige la norma aeroportuaria para despegar, y en cuanto contamos con las condiciones de seguridad, partimos de manera inmediata”, relata Ricardo Lizama, piloto de la empresa Aerotac que fue parte de este operativo.
El piloto del Jet Cesna Citation II –avión que alcanza una velocidad máxima de 746 kilómetros por hora-, cuenta que esa mañana tuvieron que esperar cerca de dos horas para poder despegar y asegurar una evacuación exitosa. “Es categórico que si el avión no hubiese estado en Coyhaique, no habría sido posible efectuar ese rescate. La decisión de tener el avión aquí es determinante para la efectividad de los traslados”, afirma.
Tras dejar a la pequeña con VRS en el Hospital de Puerto Montt, el equipo aeromédico debía volver a Coyhaique, y fueron justamente las nefastas condiciones de visibilidad las que los obligaron a quedarse en la capital de la región de Los Lagos hasta el día siguiente. “Eso quiere decir que si no hubiésemos estado aquí en Coyhaique, no la habríamos podido sacar al menos hasta un día y medio después, lo que considerando el nivel de gravedad de la menor, podría haber tenido un desenlace fatal”, reconoce Ricardo Lizama.
Es así como a menos de dos semanas de su puesta en marcha, el avión ambulancia radicado en Coyhaique ha podido trasladar a un total de cinco pacientes -tanto adultos como pediátricos- en estado grave, entregando tiempos de resolutividad que, a la fecha, habían sido imposibles de lograr, hito que sin duda alguna amplía la esperanza de vida de las personas trasladadas.
“En su visita a la región el Ministro de Salud, Emilio Santelices, anunció el convenio generado con la empresa Aerotac, con la finalidad de mantener un avión ambulancia permanente en la región, de modo de dar respuesta oportuna y en el menor tiempo a los traslados urgentes -especialmente a nuestros niños-, durante el período de invierno. Esto ya está vigente, y la prueba es que con condiciones climáticas que incluso impidieron la entrada de aviones comerciales a nuestra región, esta menor pudo ser evacuada”, sostuvo el subdirector médico del HRC, Dr. Pablo Mardones.
En cuanto al estado de salud de la menor, el subdirector médico del Hospital Coyhaique indicó que la lactante sigue en Puerto Montt. “Actualmente está estable dentro de su gravedad. Si hubiésemos esperado más horas, probablemente el pronóstico de esta menor habría cambiado. Hoy ya está en un centro especializado y en vías de recuperación”.