Los burros tienen aversión a animales que se acercan al rebaño y presentan reacciones que pueden aprovecharse para su defensa.
Cochrane.- Un conjunto de diez burros incorporó la Asociación Gremial (AG) Río Báker de Cochrane, dentro de las medidas para proteger el ganado ovino del ataque de jaurías de perros y depredadores.
El gerente de la AG Río Báker, Cristian Fuentealba, sostuvo que ésta es una de las medidas con las que se trata de dar respuesta a los ataques que sufren los ganaderos en sus predios, además de contribuir a enriquecer el medio rural con prácticas culturales, educativas y turísticas de gran valor, que singularizan el medio rural.
“Tenemos una pérdida sobre mil cabezas de ganado anualmente en la comuna de Cochrane. En virtud de eso vimos alternativas viables para apoyo de la agricultura familiar campesina, ya que no hemos tenido solución a esta problemática. Junto a la Estancia Cisnes generamos este programa de traspaso de burros como cuidadores de rebaños de ovejas. Nos atrevimos a llevar 10 ejemplares y los estamos incorporando con diferentes productores”, señaló.
Los burros se describen como animales grandes y fuertes que pueden matar de una coz y perseguir a perros asilvestrados o zorros; tienen buen oído, viven integrados con otros herbívoros y rebuznan y asustan a los depredadores.
A estas características se suma la experiencia en la estancia Río Cisnes, donde hace casi diez años han comprobado que los burros tienen aversión a animales que se acercan al rebaño y presentan reacciones que sirven para su defensa.
“Los campos cerca de las ciudades ya no pueden producir ovejas, así que entre los públicos y los privados, debemos tratar de hacer algún programa de control de esos perros porque no nos permite producir ganado como se hacía en el pasado. Pero estas herramientas, como los burros, los perros Gran Pirineo, Maremas que tiene INIA, ayudan mucho contra ese tipo de ataque”, indica Stephanie Bouckaert, gerenta de la estancia Río Cisnes en Aysén.
De allí que la estancia facilitara los ejemplares que se trasladaron a los campos de Cochrane en el marco del trabajo colaborativo que Stephanie Bouckaert propicia entre ganaderos de la Región de Aysén.
“Somos ganaderos regionales. Lo importante es que nos enfoquemos en la calidad de la producción en temas de bienestar animal, de sustentabilidad, de producción limpia. Todos somos importantes porque cada animal, cada unidad, aporta al volumen final de la región”, recalcó.
La encuesta de Ganado Ovino 2017 del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) estableció que dentro de las causas de pérdida del ganado ovino, el 82,2% se produce por ataque de depredadores, muy por encima de factores climáticos (4,9% ) o abigeato (2,9%).
Experiencias internacionales indican que es necesaria la selección y manejo del burro para orientarlo a la defensa de rebaños, siendo también adecuado para vacuno en medio extensivo.