La ganadora se quedó con el premio de $3 millones, mientras los otros dos finalistas, “Salmón Ahumado Patagón” y “Fiordo Detergentes”, se llevaron $500 mil cada uno.
Aysén.- Emocionante fue el encuentro de los tres finalistas de la edición comunal del Campeonato Nacional de Emprendimiento Nada Nos Detiene (NND) Puerto Aysén. Luis del Fierro, Marcelo Marchant y Valeria Sepúlveda llegaron al Hotel Loberías del Sur, donde tuvieron que presentar un pitch de 1 minuto al jurado compuesto por María Jesús Brautigam, Directora Ejecutiva Fundación Patagonia de Aysén; Marco Coñuecar Alcalde (s) de Puerto Aysén; Adrián Jofré, Socio G100 y fundador de Mitra; Xandor Carmona, Jefe de Plataforma Bci y Carlos Morales de Jefe de Operaciones de AquaChile Puerto Aysén
Luego de escuchar a los emprendedores y hacerles algunas preguntas, el jurado escogió a Valeria Sepúlveda, fundadora de “SouthWood Patagonia”, como la ganadora de esta edición del torneo y del premio de $3 millones. Los otros dos emprendedores no se fueron con las manos vacías, cada uno se quedó con un premio de $500 mil y, junto con esto, las tres iniciativas ganaron la oportunidad de contar con una mentoría personalizada para potenciar y escalar sus negocios.
Fueron más de 100 emprendimientos los que se postularon para participar del campeonato. De ellos 10 pasaron a la segunda fase y pudieron acceder a talleres empresariales, donde adquirieron herramientas esenciales para perfilar sus modelos de negocio.
Qué hace “SouthWood Patagonia”’
Venta de productos elaborados en base a madera e insumos de papelería. Eso es, en resumen, “SouthWood Patagonia”, emprendimiento de Puerto Aysén que busca generar bienestar a través de elementos decorativos, lúdicos, didácticos y terapéuticos hechos a partir de tecnología de corte láser y router CNC. Su diseño incorpora elementos de la flora y fauna de la zona, dándole un sello local a sus productos. “Muchas de las personas que nos compran adquieren productos para regalárselos a otros y aquí faltan ofertas de souvenir; hay pocos de esos que evocan a la flora y fauna del lugar y que ayuda a conectarse con esos momentos que viviste en el sitio que visitaste”, explica Valeria Sepúlveda, una de las socias fundadoras de SouthWood Patagonia.
Comenzaron a vender sus productos entre septiembre y octubre del año pasado, pero la idea surgió hace varios años, cuando Valería y su pareja, Sara Maxi, buscaron la manera de unir sus respectivos quehaceres. Valería es psicóloga, y su experiencia laboral está ligada al desarrollo de talleres educativos en torno al bienestar y la salud mental, gestión del cambio, liderazgo, etc. Mientras que Sara es ilustradora y diseñadora.
“Vivíamos en Viña del Mar y mi papá nos regaló una máquina para trabajar la madera, y comenzamos a elaborar productos pequeños, como posavasos y cosas así, que regalábamos a nuestros amigos.”, relata Valeria. Hasta que se les ocurrió crear un juego de educación emocional para niños a partir de 4 años, familias y también para contextos educacionales. Así nació la idea que se convertiría en “Southwood Patagonia”.
La pandemia llegó y, además de adaptar el juego a un formato digital, decidieron irse a Puerto Aysén, donde la familia de Valería ya estaba viviendo. “Mi papá tenía una máquina más grande para trabajar la madera y nos dijo que nos fuéramos allá para hacerla andar y armar nuestro negocio”, cuenta la psicóloga, quién recuerda que finalmente no pudieron hacer funcionar la máquina. Pero la idea y ganas las hicieron postular a diversos fondos que les permitieron comenzar su negocio.
Valeria destaca que con Southwood Patagonia “queremos ayudar a las personas a rodearse de elementos que sean de su agrado y que contribuyan a su bienestar emocional, porque las cosas que nos rodean tienen un efecto en nuestro bienestar”. Por otro lado, asegura que busca establecer alianzas productivas con beneficio social. Por eso, quieren vincularse con un Centro Penitenciario Juvenil en Valdivia, perteneciente al Servicios de Mejor Niñez, que cuenta con talleres productivos con su misma tecnología, “por lo que aspiramos a poder tener un impacto social importante en términos de reinserción laboral y generar oportunidades para los jóvenes”.
De esta manera, a través de alianzas con sentido, buscan alternativas para incrementar su capacidad productiva y, a su vez, ser un aporte real y concreto tanto en materia social como medioambiental.