En ceremonia solemne, el viernes pasado en Plaza Mahuén, se reinauguró la escultura El Pilchero del artista Eduardo Torrealba. Instancia simbólica marcada por la presencia de la primera autoridad municipal, directores de Seguridad Pública, Secretaría Comunal de Planificación (SECPLAN) y Dirección de Aseo, Ornato y Medio Ambiente (DAOMA), tras tres meses de restauración vía decreto alcaldicio de la actual administración.
Tipificada en la categoría de Monumento Público por la institucionalidad patrimonial, la obra compuesta por tres esculturas: pionero, perro y caballo de carga, este último a quien debe su denominación, finalmente retornó al sitio ocupado desde 2011, luego de ser restaurada por su autor original, Eduardo Torrealba, en las instalaciones del Liceo Politécnico A-1.
“Cuando llegamos con esta administración, buscamos dónde estaba El Pilchero y a nuestro escultor para ver si podía repararlo porque estaba en muy malas condiciones. Todo se logró con nuestros profesionales municipales y hoy estamos reinaugurándola, lo cual me da mucha alegría porque es una deuda que teníamos con la comunidad, ya le habían tomado cariño y gracias a Dios se pudo rescatar”, expresó con gran gratificación el alcalde Julio Uribe Alvarado, que previo a gestiones y coordinación con SECPLAN, dispusieron recursos monetarios y materiales para las faenas.
Sin embargo, el proceso no estuvo exento de complicaciones debido al grave deterioro de la obra en que sobresalía la estructura de acero, por tanto, la restauración demoró más de lo previsto e involucró la participación de la arquitecta Nicole Tranamil y personal municipal. “El proceso fue largo, porque las condiciones en que estaba cuando la fuimos a ver en agosto eran bastantes malas. Hablamos con el escultor y asumió el desafió”, detalló el director de SECPLAN, Juan Carlos Cárdenas al ahondar en el proceso y las acciones definidas desde la entidad para responder a los requerimientos ciudadanos.
Partida en noviembre, la restauración culminó a finales de enero, trasladándose desde el taller del establecimiento educacional a su legítima ubicación bajo medidas especiales. “Logramos coordinar todas las acciones. Al ser una escultura necesita un tratamiento especial para moverla, así que se contrató a empresas especializadas en este tipo de servicios”, agregó Cárdenas.
Finalmente, el Monumento Público retornó a su punto inicial para enfatizar las razones de su ubicación en un espacio neurálgico. “Esta escultura más allá de la reinauguración, es el sentir de nuestra comunidad. Recordar que estaba emplazada en esta plaza y cuando fue remodelada la sacaron, todas las personas pensaban que cuando se reinaugurara la plaza iba a estar con El Pilchero y no fue así”, declaró la autoridad comunal.
Por su parte, Torroalba al ver nuevamente a El Pilchero en la explanada, agradeció los esfuerzos de la regente administración luego que en 2020 al mejorar el sector no retornara a la mirada pública. “Quiero agradecer a SECPLAN, a la señorita Nicole (arquitecta) y sobre todo al señor alcalde que recuperó algo que habían botado como escombro y tuvo la gracia de recuperarlo”, manifestó el artista.
Retrato identitario
La obra inaugurada en mayo de 2011, relata en tres esculturas la vida y elementos cotidianos en torno a prácticas culturales arraigadas desde principio de silgo XX, cuando los pioneros levantaron puertos y ciudades en la región. Razón por la que El Pilchero cohesiona la mirada identitaria, clara representación del caballo de carga que acompañó en extenuantes jornadas a los trabajadores y trabajadoras al asentarse.
“En realidad los ayseninos tenemos dos identidades, una que es más del lado de la estepa de Mañihuales y la otra es la parte chilota por el litoral, pero esta representa uno de nuestros hitos importantes, que fue la colonización desde el lado de Argentina”, consignó el alcalde Julio Uribe Alvarado respecto a los elementos que componen la memoria colectiva, cincelada a la perfección en la escultura de Torrealba.
Actualmente El Pilchero da la bienvenida a viajeros y lugareños, siempre con la vista al horizonte, en un entorno que pone en valor la identidad cultural de la zona y con la glosa: “Dedicado a los hombres y mujeres de Aysén que con su trabajo y esfuerzo crearon la historia de los caminos de la región de Aysén”.