Alrededor de un fogón conocido como cupui y con una ceremonia que visibilizó las tradiciones e identidades de pueblos originarios, se procedió a la certificación del curso de Lengua Veliche y Cultura Huilliche de Chiloé, en Puerto Aysén.
Puerto Aysén.- A finales de marzo, con la presencia de invitados provenientes del Servicio Nacional del Patrimonio, la Unidad de Cultura de la Municipalidad de Aysén y autoridades comunales, la Agrupación de Educadores Ancestrales Huilliches de Chiloé procedió a la certificación del curso de Lengua Veliche y Cultura Huilliche de Chiloé en la Tavu de la comunidad Mawün Mapu, emplazada en Ribera Sur.
Con el fin de revitalizar la lengua y su uso entre la comunidad huilliche de Aysén, desde el 2017, diversas organizaciones y entidades culturales se han unido en la cruzada de su rescate, conservación y puesta en valor. Un esfuerzo que logró materializarse a través del proceso de certificación de asistentes al curso de veliche y que viene a salvaguardar el patrimonio inmaterial de la zona.
En medio de esa dinámica, que contó con presencia de funcionarios públicos y municipales, el encargado de Cultura, Cristián Torres, puso énfasis en lo esencial de generar vínculos entre todos los actores sociales que componen la región y que, a mediano plazo, considera los lineamientos del Plan Municipal Cultural. “Escuchamos relatos históricos, de memoria. Relatos que tienen relación con cómo los pueblos indígenas han sido invisibilizados, la enorme labor que tenemos en este caso las instituciones de poder recuperar eso para la región como parte de la identidad”.
Por otra parte, desde la Subdirección Nacional de Pueblos Originarios del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, el encargado de la Sección Regional, Sergio Sánchez, ahondó sobre el proceso efectuado en conjunto a agrupaciones y colectivos de pueblos originarios, entre los que figura el curso de veliche. “Uno de los pilares fundamentales del programa que trabajamos, es que los planes de revitalización cultural se construyen con enfoque de derechos humanos y territorial, en los que la participación cultural indígena es lo fundamental”.
“Para realizar esto nos venimos juntando con las organizaciones harto tiempo, en un diálogo que se llama Diálogos de Priorización, donde priorizan qué es lo que quieren trabajar”, añadió Sánchez. Así emerge de las agrupaciones huilliches la necesidad de socializar la lengua veliche y, de manera paralela, la autodeterminación de los pueblos originarios en un esfuerzo mancomunado entre sus principales agentes y la institucionalidad.
En lo que respecta al traspaso de conocimientos, el presidente de la Agrupación de Educadores Ancestrales Huilliches de Chiloé, Oscar Millalonco, manifestó su satisfacción ante los resultados. “Para mí es uno de los logros más importante que tengo, porque Aysén y la zona de Coyhaique, o la región de Aysén, es uno de los lugares menos complicado para revitalizar nuestra lengua y nuestra cultura. Aquí el mundo mapuche no tiene autoridad, es distinto a Chiloé que hay una influencia mapuche muy fuerte que se inició con la educación intercultural en los colegios y se introdujo desde el nivel central”, especificó.
Para Millalonco, que visita por cuarta vez el territorio en la tarea “de recuperar, revitalizar y hacer recordar a la gente sobre su ancestralidad”, la conexión fue inmediata en las aulas. “No hubo diferencia, no hubo un choque, todo lo contrario, porque la cosmovisión es la misma. Entonces todas las interpretaciones que damos nosotros en Chiloé también la conocen ellos, y eso ayuda a que sea más fluido”.
Finalmente, Sánchez resaltó la carga histórica y simbólica de las lenguas. “Conociendo bien la lengua de un pueblo puedes llegar a imaginar cómo se mueve, trae consigo la cultura misma”. En tanto, desde el municipio porteño, Torres puntualizó que las “pretensiones son reencontrarse con las agrupaciones indígenas, ponerlas también en las mesas de trabajo desde Cultura y buscar la manera que el resto de la población que desconoce esta realidad pueda sentirse parte, reconocerla”.