Sección OS-7: 48 años de investigación y prevención del consumo de drogas en Chile

El trabajo efectuado por esta unidad especializada ha sido reconocido por la D.E.A y la O.N.U. tras los logros en el combate del narcotráfico, convirtiendo a nuestro país en un referente para otras naciones latinoamericanas.
Coyhaique.- Integrada por personal altamente especializado y distribuidos a lo largo de todo el país, la Sección OS-7 es un organismo de carácter técnico –con presencia a nivel nacional- dependiente de la Dirección Control Drogas e Investigación Criminal.
Dicha Unidad tiene por misión investigar y neutralizar organizaciones y personas relacionadas con la producción, elaboración, tráfico, consumo de drogas, estupefacientes, sustancias sicotrópicas y lavado de dinero, dando cumplimento a órdenes judiciales emanadas desde los Tribunales de Justicia, efectuar capacitaciones al personal y a docentes, junto con realizar investigaciones que disponga la Jefatura Institucional.

Los inicios
Hacia fines de la década del ‘60 y principios de los ‘70, Chile aparecía en el contexto internacional como un lugar de procesamiento de cocaína, sumado a la existencia de laboratorios en diversos puntos del país y asentamiento de organizaciones dedicadas a esta actividad ilícita, transformando el territorio en un corredor de droga hacia Estados Unidos.
A fines de 1973, Washington solicitó a Chile la extradición de ciertos traficantes que se encontraban radicados en nuestro país, petición a la que accedió la Corte Suprema, siendo encomendada a Carabineros la ubicación y detención de aproximadamente veinte personas dedicadas a esta actividad ilícita.
Hasta aquel entonces, el tema drogas no formaba parte de las áreas de trabajo de Carabineros, motivo por el cual el Mando de la época resolvió crear el 8 de noviembre de 1973 la Séptima Sección Investigaciones Especiales (OS-7) del Departamento de Orden y Seguridad con jurisdicción nacional, jefatura que quedó a cargo del entonces Mayor Luis Fontaine Manríquez.
En sus primeros años, el OS-7 se dedicó a la desarticulación de organizaciones ilícitas, sumado a la búsqueda y detención de los principales traficantes que se habían establecido en nuestro país.

Reconocimiento internacional
Hacia 1975, el trabajo silencioso realizado por esta Sección, permitió reducir de manera significativa el delito de tráfico, logro que fue reconocido por la Drug Enforcement Administration (D.E.A.) de Estados Unidos que brindó el apoyo a Carabineros –a través del OS-7- en su lucha contra el narcotráfico y la corrupción, en tanto que el personal inició su capacitación internacional en la materia.
En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U.) efectuó en 1976 un reconocimiento a Chile por su eficiencia en la lucha contra el flagelo de las drogas, involucrando directamente a Carabineros de Chile.
La Institución se abocó al desarrollo de una estrategia preventivo – educativa desde las perspectivas de la oferta y la demanda, que permitan controlar esta problemática. En este sentido, se suscribió un convenio con el Ministerio de Educación, posibilitando la formación de profesores monitores en prevención sobre el consumo de drogas.
Fue en la ciudad de Iquique donde se creó la primera Sección Control Drogas y Estupefacientes, para luego extender la presencia física a la totalidad del territorio nacional, contando con 23 secciones integradas por personal altamente especializado.

Presencia en Aysén
Consciente de los desafíos planteados y de la función que debe asumir frente a la comunidad de la XI Zona, Carabineros creó el 20 de diciembre de 2002, la Sección OS-7. Aysén, con asiento en la ciudad de Coyhaique, cuyo sector de operaciones es la jurisdicción de la XI Región del General Carlos Ibáñez del Campo.
Hoy, la Sección OS-7 Aysén cuenta con equipos de trabajo orientados a la búsqueda de información, al control de ingreso de drogas y a la prevención, los cuales cumplen funciones específicas en áreas de investigación, detección y control de los delitos contemplados en la Ley Nº 20.000 de drogas.
El eficiente trabajo y logros profesionales obtenidos, han sido reconocido tanto a nivel nacional como en el extranjero, a los que se suma la alta credibilidad y confianza de parte de los Tribunales de Justicia, lo que se ha traducido en un constante requerimiento de éstos en casos sensibles y de trascendencia nacional, misma valoración que ha provenido de parte de la comunidad, como un organismo incorruptible, que da garantías de legalidad y transparencia.