Industria del salmón y su relación productiva con el desarrollo regional. una tarea pendiente

David Sandoval Plaza
Diputado Por Aysen

Con atención hemos leído las opiniones del nuevo Presidente de Salmón Chile y su visión de la misma en la región y sus proyecciones como los efectos asociados a los problemas del bloom de algas donde 68 centros de la región han sido afectados con un total de 1066 toneladas de mortalidad.

Sin embargo, nuestro interés radica en las proyecciones de la industria y su rol y enlace con el desarrollo regional donde si creemos hay mucho camino aun que recorrer y donde nos gustaría que la industria, pusiera el mayor énfasis en los próximos años.

Asumiendo que la salmonicultura representa un gran impacto económico al ser hoy la segunda actividad económica más importante del país, tras el cobre con más de 4.600 millones de dólares por exportaciones el año recién pasado y que la misma, alberga en la región a la segunda empresa más grande del rubro a nivel mundial.

Lo anterior, debe llevar a la industria a una nueva etapa en su desarrollo territorial, toda vez que tras los años de crecimiento, es el momento de plantearse seriamente la opción de procesar e incorporar valor agregado desde la región. Ejemplos industriales como los de FRIO SUR hablan de un compromiso real con la región que los alberga y el mismo ejemplo, valida que las opciones para pasar a una etapa de procesamiento regional no sólo es factible, sino aún más posible, necesario y fundamental para la real validación de la industria y su impacto en la región de Aysén.

Paralelamente debemos asumir que desde lo público, la región no ha sido todo lo proactiva en esta dirección; en la pasada administración del Presidente Piñera, planteamos al entonces Ministro de Economía, Pablo Longueira, la idea de suscribir Protocolos Productivos Regionales, idea que buscaba definir horizontes de tiempos de tareas mutuas entre el sector privado y el público, sin lograr avanzar mucho; y en la actual administración, los retrocesos son aún mayores.

Reuniones informales que he sostenido con empresarios del rubro, señalan que los principales impedimentos para esta nueva fase de procesamiento regional, son dos: Conectividad y Energía. Habrá que avanzar en estos indudables problemas; pero debemos tener presente que FrioSur con las mismas limitaciones, hace un gran aporte al desarrollo local y regional; siendo el modelo a imitar por el resto de la industria.

Los salmoneros tienen esta deuda pendiente con la región, y si bien valoramos las expresiones del Presidente de SalmónChile, al señalar: “relevó que la industria y sus empresas asociadas están absolutamente vinculadas con el desarrollo regional, que Aysén tiene tremendas proyecciones productivas en este rubro y la industria está comprometida con el desarrollo de la región y de sus habitantes, promoviendo programas de capacitación, certificación de competencias laborales y con un fuerte apego a prácticas de producción sustentables”.

Estas últimas expresiones, requieren una revisión y autocrítica mayor por parte de SalmonChile. Todos estos años lo que ha faltado es precisamente un compromiso más fuerte, concreto y real con la región.

La Industria no está cabalmente comprometida con Aysén; aquí tenemos los mayores desafíos y por lo demás la propia industria debe reconocer que tiene una deuda, una gran deuda pendiente con la región.

Queremos que los salmoneros sigan creciendo, queremos que en la región, se levanten plantas de proceso en diferentes partes; que nuestros emprendedores encuentren reales aliados en los servicios afines (transporte, redes, mantenciones, servicios transportes, alimentación, etc); queremos un real involucramiento de la industria con las comunas costeras y la región en su conjunto; queremos que tal como le va bien a la industria utilizando nuestro patrimonio marítimo; que nuestras comunidades también vean sus beneficios.

Queremos una industria siendo actor relevante en el desarrollo regional y no un mero paso de uso de recursos naturales. Quien podría explicar la pobreza, cesantía, la ausencia de inserción productiva de nuestras comunidades costeras, pescadores artesanales y la región toda; frente a una industria que tiene tal impacto en la economía nacional y mundial, y en cambio, en Aysén tenemos la región con menor desarrollo económico, altos índices de pobreza y un litoral especialmente, carentes de los servicios más esenciales.

No queremos que la industria resuelva los problemas estructurales de la región; sólo queremos que sea un actor relevante en su desarrollo; no es posible que el tamaño actual de la actividad no tenga niveles de procesamiento en la región; con ello daremos paso a un nuevo enfoque de desarrollo, mal o bien, esperamos es la principal actividad económica de la región, la segunda del país y entre ellas, están las empresas más grandes del mundo en el rubro.

Así, tendrían sentido real las palabras del Presidente Gremial de SalmonChile, cuando recalca: “que si le va bien a la salmonicultura, le va bien a la región”.

Pues bien hace años que a la industria del salmón le viene dando muy bien; es el momento, entonces que entiendan las empresas, que ahora es el momento para que le vaya muy bien a la región también. De lo contrario sólo será música.