“La contaminación atmosférica es algo que viene ocurriendo hace ya mucho tiempo, no comenzó el 11 de marzo de este año”, señaló esta mañana la seremi de Gobierno de Aysén, Tatiana Fontecha Bórquez, quien además reconoció que la polución del aire en la capital regional es un problema para el que se han adoptado diversas medidas, pero que no tiene una solución simples.
Coyhaique.- En este sentido, cabe recordar en noviembre del 2013 Coyhaique fue declarada zona saturada por material particulado respirable PM10 (uno de los más contaminantes y pesados, provenientes principalmente de las chimeneas) lo que permitió, entre otras medidas, contar con una estación de monitoreo para medir la cantidad de material particulado grueso (PM 10), pero también la contaminación fina (PM 2,5), la que en estricto rigor comenzó a medirse el año 2017 al implementar el “nuevo Plan de Descontaminación Atmosférica” de Coyhaique.
“Nos parece que cambiar poco más de 2 mil calefactores fue un avance, pero si la administración anterior no fue capaz de dar una solución más eficaz al problema de la polución en nuestra ciudad en cuatro años, es injusto que hoy nos recriminen a través de la prensa y exijan soluciones de un Gobierno que asumió hace tres meses”, expresó la Seremi, quien de paso, relevó las acciones adoptadas en este tema por el Ejecutivo en la región de Aysén.
“No obstante, tomamos cartas en el asunto y logramos que el Ministerio de Salud decretara la Alerta Sanitaria Ambiental por Material Particulado Fino, que es una medida que además de resguardar la salud de la población, da facultades especiales a la Seremi de Salud para prohibir el funcionamiento de fuentes fijas de contaminación, y adoptar otras medidas que tienen que ver con la prevención y mitigación de estos episodios críticos, con la única finalidad de contribuir a mejor la salud y proteger a los habitantes de la ciudad de Coyhaique”, destacó.
“Ya lo ha dicho el Presidente Sebastián Piñera, y aquí cabe reiterarlo, una de las prioridades de nuestro Gobierno en materia ambiental, es fortalecer la educación ambiental. Esta es la clave para generar un cambio en nuestros niños, que finalmente son los que heredarán la ciudad en la que hoy vivimos, pero si no les enseñamos a ser respetuosos con el medio ambiente, el problema va a persistir”, concluyó.