La senadora Ximena Ordenes se reunió con un grupo de mujeres para conformar la Agrupación “Guatitas de Delantal” de Coyhaique, iniciando así un trabajo conjunto para avanzar en la concreción del Programa Nacional de Abdominoplastía y para asegurar el tratamiento previo y posterior a dicha intervención quirúrgica en la Región de Aysén.
Aysen.- Dentro de los puntos abordados entre la agrupación y la parlamentaria, se tomó el compromiso de constituirse como organización para poder optar a todos los beneficios que consideraría este programa, y tener claridad sobre cuántas son las personas de la Región que podrían verse beneficiadas con este tratamiento.
Además, se solicitará conocer el protocolo de intervención a fin de obtener el máximo de cobertura y como se implementará esta nueva política pública en la Región de Aysén, y para eso se necesita conocer el protocolo, los requisitos y otros aspectos para garantizar la atención en nuestra Región”.
Para la senadora Ordenes, la reunión constituye “un paso muy importante para las mujeres, que han decidido organizarse, agruparse y hacer frente a un problema que no es estético, sino que es un tema de salud, que afecta seriamente la calidad de vida de miles de mujeres a lo largo de nuestro país”.
“Esta es una causa que se logró gracias al estrecho trabajo que se realizó mano a mano con las organizaciones de todo el país”, señaló la senadora.
Ordenes recordó que, durante la discusión del Presupuesto 2019, se logró asegurar recursos económicos para financiar la cirugía abdominal y el acompañamiento de quienes deciden realizarse esa intervención, lo que deberá implementarse a partir de este año.
“Junto a varios senadores y en conjunto con la Agrupación Nacional Guatitas de Delantal logramos que se incorporara una glosa presupuestaria que permite la abdominoplastía y la promoción de estilos de vida saludable. Es una importante medida de Salud Pública en un gran segmento de personas, principalmente de mujeres y dueñas de casa, también de mujeres que han sido madres y que se han abocado ciento por ciento a su maternidad, u otras que han debido enfrentar por años los problemas derivados del sobrepeso y los efectos que este tiene sobre sus cuerpos y sus estados de ánimo”, dijo la senadora.
Agregó que “el efecto positivo de este programa es sólo comparable al Programa Sonrisa de Mujer, que tras su implementación, devolvió la alegría a los rostros de miles de mujeres en Chile”.
La parlamentaria relevó –además- la importancia del acceso de las beneficiarias a los programas de Vida Sana como un paso previo a la abdominoplastía, mediante la preparación sicológica y la aplicación de cambios en la disciplina de la alimentación y la nutrición, “aspectos muy importantes para asegurar una intervención quirúrgica que tendrá un efecto y una continuidad”.
A su vez, la dirigenta Marissa Azócar señaló que esta política pública “no solo se centra en la abdominoplastía sino que también debe centrarse en la promoción de estilos de vida saludable”, y señaló la importancia de que esta medida se haga cargo de una sentida demanda de miles de mujeres que durante mucho tiempo no tuvieron cobertura para atender esta realidad que las afecta en el plano de la salud física y emocional”.