María acaba de entrar a su nueva casa y junto con mirarla con una sonrisa que no logra disimular, lo primero que hace es ir hacia el lavaplatos y abre el caño. En ese minuto, se emociona y con razón. Para ella, abrir la llave del agua tiene un significado especial, porque “estar sin agua un año, no se lo doy a nadie, así que ya estoy en mi casa y feliz”, reconoce.
María Zúñiga, recuerda que ha vivido los últimos 16 años en un campamento y “por eso estoy emocionada. Se me vienen a la cabeza muchas cosas: frío, angustia… que se acaban hoy día y empieza una nueva vida para mí”, dice entre lágrimas.
“Estoy muy feliz de dejar todo un pasado y una vida de sufrimiento atrás y empezar de nuevo”, comenta la señora María, que junto a otras 12 familias dieron vida a la entrega de las llaves de 13 viviendas del proyecto Ronchi II, en el sector alto de Coyhaique, acto encabezado por la Intendenta regional, Geoconda Navarrete.
Para Víctor Martínez, vocero de las 13 familias – 8 de las cuales pertenecían a los últimos dos campamentos que quedaban en la capital regional, según el catastro 2011 – este es “un gran día. Ahora ya estamos con las llaves en las manos y nuestras casas propias. Muy contento y muy agradecido de todos los funcionarios del Serviu y de todas las autoridades que nos ayudaron en todo”, enfatizó.
“Uno se siente feliz y contento. Más realizado, porque se puede estar más tranquilo. Ahora uno tiene dónde descansar y estar tranquilo, en su casa propia”, decía mientras algunos de sus nuevos vecinos inspeccionaban sus viviendas y otros entraban a ellas por primera vez siendo propietarios.
Para el Director del Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) Aysén, Nelson Quinteros, esta entrega tiene una cercanía especial, porque “los subsidios de este proyecto se entregaron en la época en que yo estuve presente (como director del Serviu en su primer período). Fueron 4 años que estas familias esperaron la materialización de un proyecto, entonces tuve la suerte de llegar justo en la época en que esto se está concretando”, comentó.
Además, reconoció que “esto es una de las cosas que confirma mi decisión de volver al servicio público, porque trabajando en el Serviu, los éxitos trasuntan en familias contentas, niños felices, niños durmiendo calientitos y sin correr los riesgos de vivir en un campamento, entonces, a nivel personal estoy súper lleno y muy contento”.
Mismo sentimiento que vivió la Seremi de Vivienda, Ana María Mora, quien dijo estar “orgullosa de ser parte de ser parte de esa alegría de estas 13 familias. Desde que asumimos en marzo del año pasado, a poco andar tuvimos reuniones con ellos y veíamos que era un proyecto próximo a ser entregado, sin embargo, aparecieron detalles importantes que hubo que ir salvando y por eso hubo retrasos que angustiaron y enojaron muchas veces a estas familias y nosotros tenemos que comprender eso. Por eso, hoy yo les decía que pasó lo malo y ya tienen sus casas, con un estándar de calidad súper alto, donde con poca calefacción van a poder tener un ambiente agradable para criar a sus hijos y hacer familia”.
Las casas entregadas por el Minvu, incluyen 10 viviendas de dos pisos con 48.35 m2, que considera una ampliación futura de 9.20 m2 más. Además, hay 3 viviendas de un piso, 2 de las cuales ya tienen la ampliación construida, destinadas para personas con movilidad reducida y tienen una superficie de 66.84 m2.
Con la entrega de las llaves del Proyecto Ronchi II, se dan por cerrados los campamentos registrados en el Catastro 2011 en Coyhaique, ya que 8 de las 13 familias pertenecían a los campamentos Errázuriz (3) y Santiago Bueras (5) y se comienza el trabajo del Catastro de Campamentos 2018, dado a conocer en diciembre pasado por el Ministro de Vivienda Cristian Monckeberg y que arrojó la buena noticia que nuestra Región, tiene menos campamentos que los registrados en 2011.