Ante la inminente llegada de las bajas temperaturas y el adelanto de las situaciones de preemergencia ambiental, el diputado Miguel Ángel Calisto le pidió al Gobierno que se declare a la región como “zona de excepción” en materia de medidas contra la contaminación, con la intención de eliminar la burocracia que existe para postular a estos beneficios.
Valparaiso.- Según el legislador, “me reuní con el Ministro del Interior, Andrés Chadwick, para solicitarle que se pueda declarar a Aysén como zona de excepción en materia de aplicación de planes de descontaminación, para eliminar toda esta burocracia que muchas veces nos tiene con los beneficios sobre la mesa, pero sin poder ser aplicados con la urgencia que se necesitan”.
“Nuevamente estamos con preemergencia ambiental en Coyhaique. Aunque afecta de mayor manera a nuestra capital Regional, la contaminación es algo que afecta a toda la región. Por esto estamos insistiendo que el problema no son las medidas de descontaminación planteadas por este Gobierno y los anteriores, sino la burocracia que existe al querer aplicar alguna de estas medidas”, señaló.
El legislador agregó que “en el caso de la aislación térmica de las viviendas, esto es fundamental, porque permite un ahorro de energía y menor generación de elementos contaminantes. Para que esto ocurra, las viviendas deben estar regularizadas y los postulantes deben cumplir con cierto puntaje en el Registro Nacional de Hogares. Por lo tanto, estas son exigencias que no permiten que todas las familias puedan postular a estos beneficios”.
“Estamos pidiendo que se elimine la burocracia que existe al rededor de estas medidas para disminuir la contaminación. Las viviendas no tienen porqué estar regularizadas para aplicar un térmico, nosotros buscamos atacar la contaminación, no la regularización de las viviendas. Lo mismo con el registro social de hogares, se debe eliminar ese requisito”.
Finalmente, el parlamentario afirmó que “también hemos señalado que hay retrasos en el recambio de calefactores. Muchos beneficiarios del año pasado aun no les instalan el calefactor y el llamado de este año se hará efectivo después del invierno. Son situaciones que no tienen lógica y que demuestra un aparato del Estado lento, burocrático, que no permite ahondar en los problemas de fondo y con medidas que se puedan aplicar prontamente”.