Durante la ejecución del Proyecto “Línea base biológica-pesquera del recurso jaiba marmola: insumos para su manejo sustentable en la Región de Aysén”, ejecutado por el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) y financiado por CORFO, se constató que el chorito (Mytilus chilensis) es la especie que se utiliza principalmente como carnada en esta pesquería, lo cual degrada el hábitat y agota los bancos naturales a un nivel que impiden su rápida recuperación. Además, el chorito es una especie cuyos bancos naturales permiten la existencia de otras especies de algas y animales (especialmente invertebrados), por lo que resultan clave para la conservación de la biodiversidad. En este sentido, iniciativas que avancen hacia una gestión costera sostenible de los recursos hidrobiológicos, es urgente, debido a las rápidas y crecientes amenazas del cambio climático que refuerza aún más la pérdida de biodiversidad y de los servicios ecosistémicos.
Tecnología e Innovación en Ciencias Marinas
La tecnología de regeneración marina “Biorock” se basa en arrecifes artificiales alimentados por corrientes eléctricas y ha mostrado resultados prometedores como alternativa de restauración de ecosistemas de especies bio-ingenieras como los corales y ostras. Su funcionamiento se basa en el hecho de que toda la vida genera electricidad y, por lo tanto, es la electricidad un medio que puede ayudar a regenerar vida. La investigación sobre pruebas experimentales de estimulación con corrientes eléctricas sobre tejidos vivos surgió notablemente a partir de 1890 las cuales se basaron en el uso terapéutico de la electricidad y dispositivos eléctricos en pacientes enfermos. En las décadas posteriores, estas investigaciones han avanzado en otras áreas, como lo demuestran una variedad de estudios en plantas, animales y humanos, tejidos y huesos. Todas estas investigaciones demuestran que los tejidos vivos pueden ser estimulados eléctricamente por sus propiedades piezoelécricas. La tecnología de regeneración marina “Biorock” posee cualidades que proporcionan una condición favorable para el asentamiento y rápido crecimiento, no sólo de organismos calcificadores como los corales, ostras o mitílidos, sino también de otras especies que conviven con estas especies bio-ingenieras corales blandos y duros, esponjas, tunicados, hierbas marinas y bivalvos, para los cuales se ha observado una tasa de crecimiento en promedio de 3,17 veces más rápido y una tasa de supervivencia promedio de 3,47 veces más, en escenarios de presencia de estrés ambiental severo. Estos resultados se atribuyen a la estimulación biofísica fundamental de las vías naturales de producción de energía bioquímica utilizada por todos los organismos.
Objetivos del proyecto
El objetivo de este proyecto es articular una investigación socio-ecológica con un componente de innovación tecnológico que permita evaluar el impacto de la extracción de chorito (Mytilus chilensis) sobre la función y diversidad de grupos bentónicos en ecosistemas costeros de la Patagonia central occidental y evaluar mediante una prueba experimental piloto, el potencial de la tecnología de regeneración marina llamada “Biorock” para la restauración de bancos naturales de chorito.
Este proyecto es liderado por la oceanógrafa Dra. Bárbara Jacob y el Dr. (c) en Ciencias mención Manejo de Recursos Acuáticos Renovables Gustavo Aedo, integrado además por investigadores de las ciencias sociales, biología marina, eco-fisiología, bioquímica, ingeniería y cristalografía/mineralogía y vincula diversas organizaciones nacionales como CEAZA, la Universidad de Aysén, U. Austral y la Universidad Católica de la Santísima Concepción e internacionales como la Alianza de Arrecifes de Coral (www.globalcoral.org) y la Universidad de Granada. La iniciativa cuenta con el apoyo del Instituto Tecnológico del Salmón (INTESAL) en la etapa experimental piloto.
Finalmente, este estudio financiado por el programa PATSER (ANID) ejecutado por CIEP, pretende formar una base de investigación para impulsar futuros proyectos en temáticas relacionadas a la bio-remediación y recuperación de ecosistemas degradados por actividades antrópicas, a través de soluciones basadas en la naturaleza y el uso de tecnologías verdes que contribuyan al uso sostenible de los recursos hidrobiológicos en la región de Aysén.