Privados de libertad retornaron a clases presenciales en Aysén y Coyhaique

La medida se enmarca en el retorno gradual a la normalidad que viene implementando Gendarmería de Chile.
Aysén.- El martes ocho de marzo iniciaron sus clases presenciales las escuelas penitenciarias de la región de Aysén, después de dos años de pandemia sin esta modalidad. Se marca así un hito relevante en el contexto de los procesos de normalización graduales que se han ido implementando en los recintos penales, tras las medidas restrictivas adoptadas por Gendarmería de Chile para prevenir el avance de la pandemia.
En el caso del Centro de Detención preventiva (CDP) de Puerto Aysén, son ocho los alumnos matriculados, quienes cursaran segundo nivel medio (3° y 4° medio).
“El acceso a la educación es un derecho que Gendarmería de Chile debe cautelar, si bien nuestra población penal accedió a planes de estudio durante los años 2020 y 2021, recién ahora podrán hacerlo en forma presencial, es decir en una sala de clases con un profesor en frente, algo que sin duda les facilitará el aprendizaje” indicó el director regional de Gendarmería de Chile, coronel Alberto Jara San Martín.
En el caso del centro de Cumplimiento Penitenciario de Coyhaique son 35 las personas privadas de libertad que vuelven a la escuela: dos personas a niveles de alfabetización tres alumnos a tercer nivel básico (7° y 8° Básico), 14 alumnos a primer nivel medio (1° y 2° medio) con una matrícula de y por último el segundo nivel medio (3° y 4° medio) con una matrícula de 16 alumnos.
“Quisiera destacar que un actor relevante en esta tarea de educar a las personas privadas de libertad son los municipios de Coyhaique y Puerto Aysén, pues los programas de estudio son ejecutados por el Liceo Politécnico de Puerto Aysén y la Escuela Anexo independencia” señaló el coordinador educacional regional de Gendarmería, sargento 2° Jimmy Saavedra Leiva.
Finalmente hay que destacar que para hacer viable la vuelta a clases, las unidades penales de Gendarmería de Chile debieron realizar una readecuación de los espacios existentes al interior de las unidades penales, para poder habilitar las salas de clases.