Recientemente, con la presencia del Ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero Vega, se desarrolló una sesión extraordinaria del Consejo Regional de Seguridad Pública y Prevención del Delito, instancia en que se presentó el Plan Regional de Seguridad Pública, Prevención del Delito y Acción Rural 2025–2026, el primero que se formula bajo la nueva institucionalidad del Ministerio de Seguridad Pública.
Coyhaique.- El plan no es solo un instrumento técnico: representa la materialización concreta del compromiso del Gobierno con una seguridad pública moderna, descentralizada y con sentido humano. Aysén se convierte así en una de las primeras regiones del país en aterrizar la Política Nacional de Seguridad Pública 2025–2031, transformando sus principios y lineamientos en acciones específicas, diseñadas junto a las comunidades y con pertinencia territorial.
“Este plan encarna el mandato del Presidente Boric de construir una seguridad pública que no se mida solo en cifras, sino en confianza, colaboración y presencia efectiva del Estado en cada territorio”, señaló la Seremi de Seguridad Pública, Ruth Vallejos Cuitiño. Asimismo, agregó que “es la seguridad entendida como un derecho, y no solo como una respuesta reactiva al delito”.
Una seguridad con rostro regional
El Plan Regional 2025–2026 surge de un proceso participativo que incluyó diagnósticos técnicos, consultas comunales y sesiones de los Consejos Regionales y Comités Operativos de Seguridad Pública, con la participación de Carabineros, PDI, Gendarmería, ministerio público, municipios, ministerios sectoriales y organizaciones sociales. El resultado es una hoja de ruta interinstitucional, que busca fortalecer la prevención, persecución penal y atención a víctimas desde una lógica de trabajo coordinado, con énfasis en la realidad urbana y rural.
Entre sus ejes estratégicos se encuentran la prevención de la violencia intrafamiliar y los delitos sexuales, la reducción del tráfico de drogas y estafas digitales, el abordaje integral de la violencia escolar, la prevención del consumo de alcohol y drogas en espacios públicos y la seguridad rural frente al robo de productos y abigeato.
Cada acción fue diseñada con metas, indicadores y responsables institucionales, asegurando una implementación medible y con rendición de cuentas.
“La seguridad pública no se construye desde Santiago, se construye desde los territorios, con diálogo, coordinación y compromiso. Este plan refleja la convicción de que la seguridad es también una forma de justicia territorial”, destacó la Seremi Vallejos.
Seguridad como política de Estado
Durante la sesión, el ministro Luis Cordero Vega destacó que la Política Nacional de Seguridad Pública —firmada por el Presidente Boric en octubre pasado— fija un nuevo estándar para la gestión estatal en la materia, al integrar prevención, persecución, reinserción y atención a víctimas bajo un modelo único de gobernanza pública. “La seguridad es hoy una política de Estado, pero también un pacto de confianza entre la ciudadanía y sus instituciones. En regiones como Aysén, con su particular geografía y ruralidad, ese pacto requiere presencia, inversión y articulación permanente”, sostuvo el Secretario de Estado.
El Ministerio de Seguridad Pública se consolida, así como el órgano rector de un sistema que articula, además de Carabineros y PDI, a las Instituciones con roles fiscalizadores, Municipios y Ministerios Sectoriales, entre otras entidades públicas y privadas, bajo principios de transparencia, rendición de cuentas y pertinencia territorial.
Aysén: seguridad con identidad y cooperación
En Aysén, esta nueva política se traduce en acciones concretas: talleres de prevención de violencia intrafamiliar, programas escolares de convivencia y autocuidado, charlas de ciberseguridad para adultos mayores, campañas de denuncia segura (Denuncia Seguro *4242), operativos preventivos de alcohol y drogas y mesas intersectoriales de trabajo rural.
El Plan Regional de Seguridad Pública y Prevención del Delito 2025–2026 es, por tanto, la expresión viva de una política nacional que deja de ser un documento y se vuelve acción cotidiana en los territorios: una política que pone a las personas en el centro, que reconoce la diversidad territorial, y que construye seguridad desde la confianza y la cooperación.
“El Presidente Boric nos ha pedido avanzar hacia un Estado que cuide, que proteja y que esté presente. Este plan es una prueba de ese mandato: una seguridad que nace del diálogo, se sustenta en la evidencia y se despliega en cada rincón de la región”, concluyó la Seremi Ruth Vallejos Cuitiño.




